Ellas, especialmente ellas, fueron violadas, maltratadas y vejadas por las fuerzas de seguridad del Régimen. A veces, por el único motivo de ser la mujer, la hermana o la hija de algún militante republicano.
Por si eso fuera poco, la propia moral social de la época empujaba a todas las del género femenino a ser, únicamente, buenas madres y esposas. Todas las demás eran "Mujeres bajo sospecha".
"Franco, en su búsqueda de legitimación de su sistema -que no era como el nazi porque los fascismos italiano y alemán habían ganado elecciones, no como él- adopta el catolicismo como modelo represivo.Así, los hombres son castigados bajo el modelo fascista, mientras las mujeres son reprimidas con el modelo católico: ellas no delinquen, ellas pecan" explica la antropóloga Dolores Juliano.
"Las mujeres que cometían eldelito de salir del espacio sagrado de su casa no eran rojas ni marxistas, sino mujeres "de dudosa reputación", igual que las delincuentes y las prostitutas"explica el psiquiatra y escritor Enrique González Duro.
"La mujer estaba pautada por los códigos de conducta [establecidos, principalmente por la Sección Femenina] para que estuviera continuamente en estado de sumisión.Se les indicaba desde cómo poner la mesa hasta cómo vestirse, cómo hablar...Segun sus comportamientos, eran divididas en individuas y sujetas versus señoras y señoritas" dice la investigadora Pura Sánchez.