“Pablo nunca se imaginó que fuera a necesitar tanto una curita como aquel día. Había preparado su primera lección de quinto de liceo para dar frente a todo el grupo, pero aquella mañana al afeitarse se cortó. Al salir pasó por una farmacia en busca de una curita para cubrir su herida. La curita, lejos de pasar desapercibida, se hacía notar fuertemente en el rostro del joven. Pablo preguntó a la farmacéutica si no tenía una curita un poco más oscura, como para él, a lo que la farmacéutica respondió: ‘No, solo tengo las comunes, las de color piel’”.
Esta historia cotidiana está incluida en la guía, un cuaderno de apoyo para que los docentes puedan trabajar ante situaciones de discriminación racial dentro del aula y, a la vez, prevenirlas mediante ejercicios prácticos de concientización.